En el ámbito del control de plagas es muy conocido el término fumigación, en el que durante años, se ha empleado como concepto genérico a cualquier actividad de control de plagas, pero realmente sólo se corresponde con los tratamientos realizados con gases o productos que generan gases.

Para la realización de estos tipos de tratamientos se utilizan fumigantes, que son agentes químicos (originalmente en estado líquido, sólido o gas) que son o se transforman en gases, expandiéndose y con capacidad de eliminar las plagas que no se puedan combatir por otros medios.

En el caso de los fumigantes, las partículas y gotas, al ser gases, se difunden por el aire y penetran en todas las zonas (ranuras, grietas, mercancías, etc.) que permite eliminar las plagas en todas las fases de su ciclo de vida, a diferencia de los humos y las nebulizaciones o aerosoles, que son únicamente partículas sólidas o líquidas, respectivamente, que se dispersan en el aire pero no tienen la misma capacidad de penetración.

Además, otras ventajas de la fumigación es su efectividad, puesto que son capaces de eliminar las plagas prácticamente en su totalidad, sin dejar residuos, lo que permite poder realizar estos tratamientos en productos alimentarios. Por ello, en la Industria Alimentaria es donde se suelen realizar estos tipos de tratamientos, con el fin de eliminar cualquier insecto que puede haber en los Productos Almacenados (IPA’s). No presentando plazo de seguridad de forma general.

También se usan con el fin de prevenir y controlar grandes infestaciones en recintos cerrados como pueden ser los contenedores, silos o las naves industriales, donde se apilan numerosos materiales y es difícil alcanzar todas las zonas.

Algunos roedores como los topos y topillos, son otro tipo de plagas que suelen encontrarse en praderas y jardines, los cuales se ocultan en madrigueras y es difícil poder alcanzarlos, por ello, las fumigaciones en estos casos son muy efectivas.

En CHEMAP somos aplicadores homologados de productos fitosanitarios utilizados para realizar fumigaciones en distintos tipos de cultivos y plagas como es el caso del control de topos, topillos, roedores, insectos.

ALGUNOS DE LOS PRODUCTOS UTILIZADOS:

  • AGROCELHONE: Uno de los productos que utilizamos para la fumigación de suelos es el AGROCELHONE, un Fungicida, Nematicida y Desinfectante de suelos a base de 1,3 dicloropropeno y cloropicrina. Este producto se emplea antes de la siembra o plantación, sustituyendo al bromuro de metilo. Tiene un excelente control de nematodos y hongos del suelo, bacterias, insectos y semillas de malas hierbas, los cuales son los causantes de varias enfermedades y la presencia de plagas en el suelo.

El uso de este producto garantiza una producción de mayor calidad y libre de residuos, además, es compatible con las certificaciones AENOR y EUREP-GAP.

Los diferentes tipos de cultivos que se pueden fumigar con AGROCELHONE en los cultivos de calabacín, calabaza, pepino, melón, sandía, pimiento, tomate, berenjena, judía, zanahoria, puerro, boniato, rábano, alcachofa, brócoli, lechuga, ornamentales, patata, fresa, vid, frambuesa, mora y flor cortada y próximamente se espera para el esparrago, previo a la siembre, trasplante o plantación y dentro de la estrategia de Control Integrado de los Reglamentos específicos de Producción Integrada

  • GASTROXIN: Este producto de Fosfuro de aluminio, se transforma en fosfina. Se utiliza tanto para tratamientos rodenticidas de topos y topillos, como fumigante contra insectos de almacén.

Los diferentes tipos de cultivos que se pueden fumigarse con GASTROXIN-B son: Coníferas, cultivos, frutales de hoja caduca, frutales subtropicales/tropicales, frutos secos, granos de cereales, granos de leguminosas, hortícolas, ornamentales herbáceas, ornamentales leñosas, pastizales, praderas, productos desecados, semillas oleaginosas y otras y tabaco. Además también se utiliza para tratamientos en cuarentena.

  • PHOSTOXIN: Este producto de fosfuro de aluminio también se transforma en fosfina. Se utiliza para tratamientos rodenticidas contra topos y topillos en coníferas, cultivos, frutales de hoja caduca, subtropicales y tropicales, hortícolas, ornamentales herbáceas y leñosas, pastizales y en praderas.

Además también actúa como insecticida siendo un fumigante de interior contra insectos de almacén. Los diferentes tipos de cultivos donde se puede utilizar son: cacao en grano, especias, granos de cereales, frutos secos, granos de leguminosas, productos desecados, semillas de oleaginosas, harina, lonas, tabaco y té. Además también puede utilizarse para tratamientos en cuarentena.

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